Esas veces en las que parece que ana ha consumido a tu razón... Voy a Zara y me pruebo seis pantalones. Como es lo último que les queda de las rebajas de verano, cojo, por si acaso, pantalones a montón aunque no sean mi talla a ver si alguno me gusta. Resulta que de los seis que puedo pasar, me pruebo uno una talla menos que la mía que me queda perfecto, tres una talla más grande que, lógicamente, me quedan grandes, uno de mi talla que me queda bien pero no me gusta, y uno de mi talla ¡que ni me entra! ¿Y qué creéis que pasa por mi cabeza después de esta incongruencia? Me olvido de los de una talla menos que me quedaban perfectos, de los de mi talla que me quedaban bien y de los de una talla más que me quedaban gigantes, y pienso: "¡madre mía lo que he tenido que engordar para que no me abrochen estos pantalones!" Hay que ver lo tonta que me hace ana... Estúpido, ¿no? Pues ese es el poder que tiene ana, que te hace creerte cosas que al razonarlas ves que son imposibles. Menos mal que aunque a veces el bicho me intente engañar (es pesado sí, no se cansa), he aprendido a reírme de él y he ganado una notable objetividad de la que antes claramente carecía.
A todo esto... Aprovecho el post para decirle a los fabricantes de las tiendas de ropa: "¿qué os costaría hacer las mismas medidas para todas las prendas de una misma talla? Por ejemplo, pongamos que hablo de una 38, ¿qué os costaría hacer todas las 38 iguales? Porque para eso es mejor que no ponga nada y nos lo probemos a ojo..."
No sois conscientes del daño que hacéis cambiando así como así los tallajes.
Qué razón!!!
ResponderEliminarYo puedo decir orgullosa que más o menos lo tengo controlado, pero si es cierto que es una desesperación ver como una supuesta 38 se convierte en una 42.
Entonces es cuando me recuerdo que la culpa no es mía, es de los dichosos tallajes. Pero mí pregunta es ¿qué narices consiguen haciendo cada vez las tallas más pequeñas?
Solo se me ocurre una respuesta: dolor.
Dolor para todas aquellas personas que sufrimos o hemos sufrido por culpa de un puñetero número, un número que puede hacer mucho daño en chicas que aún no han llegado a la conclusión de que no es su culpa, daño en chicas que aunque hemos llegado ahí de vez en cuando nos acecha un pantalón de un supuesto tallaje grande.
Ánimo Ana, una vez más has vencido al bicho.
Un abrazo enorme!
Hola Aire!!!!
EliminarTienes toda la razón.. Ojalá reaccionasen de una vez y no al contrario, que cada vez van a peor. En fin... Mientras cada una seamos conscientes de estas incongruencias y no dejemos que nos afecten todo va bien.
Un abrazo,
Ana