Escribe tus fracasos en la arena y las olas se encargarán de borrarlos

"Escribe tus fracasos en la arena y las olas se encargarán de borrarlos"

Así me he despedido este año de la playa. Con la certeza de que dejo aquí lo que en su día empecé y vuelvo a un nuevo curso renovada y con fuerzas para vivir mi vida como me merezco y, sobre todo, para disfrutar al máximo y ser feliz. El mar siempre ha sido mi gran aliado y sé que él me guarda mis secretos y los diluye en su agua salada. Hay sitio para todos, ¡ocupa tres cuartas partes del planeta! ¿A qué esperáis para pedirle que borre vuestros errores y os renueve con peculiar aroma? 

Después de la recaída del verano pasado y, como expuse en mi segunda carta a la anorexia, he logrado vencer mi batalla y cumplir la promesa que antes de las vacaciones me hice a mí misma. 

Después de seis, este es el primer verano en que he logrado mantener a ana fuera de mis pensamientos, emociones, vivencias y experiencias. Y ¡qué maravilloso ha sido volver a la vida! 

Como siempre en esta ardua batalla, la lucha ha sido constante, la lucha por protegerme del bicho y ser feliz. 

Ahora estoy exhausta y agotada, pero enormemente complacida y orgullosa de mí misma. Eso no significa que mis fuerzas vayan a flaquear, pues cuando se trata de ana, nunca es malo dormir con un ojo cerrado y otro abierto. 

Durante este mes y, a partir de ahora, he dejado a un lado las estúpidas restricciones o las famosas compensaciones (actitudes obsesas para tratar de quemar aquello que has consumido) y he disfrutado de una cuantía de helados tras las comidas, chucherías con mis sobrinas (y sin ellas), bollitos recién horneados para desayunar y merendar, alguna que otra pizza y hamburguesa... ¿Y sabéis qué? Que los pantalones me siguen quedando bien. Lo que demuestra que hay que enfrentarse a nuestros más profundos miedos para quitarles el poder de control que ejercen sobre nosotros. 

Os animo a luchar y a vencer a ana de una vez por todas. Os prometo que, aunque lo fácil es dejarse caer, no existe nada igual a la felicidad y al sentimiento de superación que experimentas cuando ves que la llama de ana cada vez es más pequeña y que tiene que hacer verdaderos esfuerzos para no apagarse. ¡Ayudarme a apagarla! 

Por favor, grabar esto a fuego en vuestras cabecitas: LA ANOREXIA TE MATA, NO COMER TE MATA. LA ANOREXIA NO SÓLO TE DESTRUYE SENTIMENTALMENTE, SINO TAMBIÉN ORGÁNICAMENTE. LA COMIDA NO SIRVE PARA ENGORDAR O ADELGAZAR, SIRVE PARA ALIMENTAR NUESTROS ÓRGANOS Y TEJIDOS, SIRVE PARA RESPIRAR, MOVERSE, HABLAR, PENSAR... ¡VIVIR! Debería ponerlo en todas mis entradas y creo que a partir de ahora lo haré. Al igual que hacen en las cajetillas de tabaco. 

Gracias a todos una vez más por leerme y compartir.