jueves, 30 de julio de 2015

OS ESCRIBIRÉ DESDE EL MAR

Quiero compartir con vosotros una reflexión que escribí en mi instagram el verano pasado, cuando estaba cerca de recaer. Verésis que en cuanto esté en la playa escribiré post de mayor profundidad, es el efecto del mar en mi mente :)

En esta ocasión me dirigí a la anorexia como si fuese un chico (él en vez de ella) ya que mucha gente no sabía por aquel entonces de mi enfermedad y tampoco estaba preparada para que lo supiesen.

Decía así:


"No asumo tanto poder. No asumo tanto poder en mi mente que me controle. Que controle cada movimiento de mi cuerpo, hasta cuando sueño. Apoderándose de mí desde hace tanto tiempo que ya no sé vivir sin él. Me obliga a evadirme de la realidad, a explorar mundos inexplorados por mi incesante espíritu inquieto, con la vaga y frágil ilusión de que él no se encuentre allí y me dé un breve respiro. Podría ser un respiro de cuarenta segundos, serían cuarenta segundos de infinita gloria para mi mente, como cuando un niño prueba una chuchería por primera vez en su vida. Cuarenta segundos en los que, por una vez en mucho tiempo, me invadiría la paz, una paz que me dejaría escuchar hasta los latidos más suaves de mi angustiado corazón, el fluir de la sangre por cada una de mis venas, esa sangre que se convierte en tinta, en tinta con la que escribo cada una de estas palabras que me susurra mi ausente musa al oído cuando rara vez se deja ver por aquí. El viento canta una suave melodía que apenas logro alcanzar, pero que me tranquiliza si, a su vez, miro el inmenso mar que me rodea, que me llama a gritos inaudibles para escapar de él. Él, que vive en mí, siendo yo ella. 
Ana"

Esta es mi cabeza cuando ana me invade e intento resistirme... Lo comparto con vosotros para que podáis, aunque sea por unos segundos, sentir lo que mucha gente, a quien atrapa la anorexia, siente.

(Lo escribí con estas vistas, en una roca perdida, lloviendo).

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